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D'Annunzio, Decadentism, Free, Italia, Italy, Life, Prerafaelism, S, WWI
¡Buenas noches, Maldita sea!. Que, no nos esperabais tan pronto ¿eh? Ya estabais pensando, “este colega de “La Cruz”, tan apuesto y galán, ha escrito su post semanal, y ahora andará por ahí bebiendo con Strippers, o jugando al poker en alguna timba oscura! Vageando, en lugar de trabajar para entretenernos. Pscht este, igual ni vuelve por aquí” Pues no, amigos, aquí estoy, a golpe de miércoles, para contaros un par de cosas guays. Ya que no podemos tumbarnos en un jardín del retiro a vuestra vera (con la cantidad de gente que nos lee, ocupábamos el parque entero), y contar historias a la cara, mientras el cielo se cuela entre la copa de los árboles, ya que vuestro desdén no tiene límite, y nos condenáis al ostracismo (victimismo poético, en realidad sois un público de lo mas agradecido; Ostracismo, históricamente demostrado, es decirlo y hace que sujetadores y pantalones se desabrochen solos, como por arte de magia, ¡Probadlo!). Pues os las contamos aquí, mientras la lluvia cae lentamente sobre mi ventana, y las hojas marchitas vuelan arrastradas por los Cold Winter Winds (licencia poética, en realidad no llueve). Pero, os preguntareis, (los mas preguntones seguro que ya lo han hecho) “que esteticista y Post simbolista nos viene este hoy, ¿no?”. Pues sí, amiguitos, pero es que arranco este circo con palabras mayores. Uno de los grandes Losers de la historia. Tomen asiento y abróchense los cinturones de seguridad, ¡con Gabrielle D’Annunzio y el Decadentismo, no hay pausa!.
D’annunzio es el típico colega cuya historia te enamora desde la primera vez que la escuchas (o desde la primera vez que lees uno de sus libros). Engrandeció tanto su nombre, y su propia leyenda, que no se sabe que es mentira y que es verdad, y de hecho, según él mismo, sus padres iban a bautizarle con el nombre de Gaetano, pero el cura, al verle, dijo que solo podía llamarse Gabrielle, porque era clavadito al arcángel de la anunciación. Vamos, que ya desde bebe se echaba flores. Creció en el seno de una familia aristocrática, aunque bastante venida a menos, y publicó su primer libro de poesía a los 16 años ( según los críticos, hasta Kristen Stewart transmitía mas pasión que sus ópera prima, malísimo, vamos, como Kristen Stewart). Tuvo una infancia acomodada, y como todo hijo de aristócrata venido a menos en Italia, estudio en la universidad de La Sapienza de Roma, sableando a cuenta de su nombre, y pidiendo dinero prestado para vivir (que según parece lleva siendo lo Cool en Italia desde hace mas de 2 siglos… ¿o dos milenios?). Sigue leyendo