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antoine de Saint-Euxupery, Baobab, boa, cordero, el principito, elefante, le petit prince, Rey, rosa
Buenas noches, amigos. Por tercer día consecutivo, me siento delante del ordenador, estiro las piernas, me enciendo un cigarro, y me digo. “Hoy si, chaval, hoy vas a escribir un post acojonante. Hoy les dejas secos”. Entonces, me paro a pensar, y veo que me he quedado sin palabras. Doy vueltas, medito… nada. Pienso; “los polacos, tío, los polacos son comodín seguro. Un pueblo valiente, oprimido durante siglos, puteados desde por los cosacos a los Nazis, pasando por media Europa, los polacos, con estos tíos no fallas” y nada… Me enciendo el quinto cigarro, y ni con esas. Pongo a Chopin a todo volumen, para darle mas dramatismo inspirador a la cosa… . Me dan las 2 de la mañana…en fin. Hay días que uno escribe sin darse cuenta, y hay otros días, en los que uno, no sabe que mas decir. Que le vamos a hacer.
Os cuento esto para explicaros el post de hoy, que va a ser un poco distinto. El caso. En plena desesperación creativa me lanzo sobre mi biblioteca en busca de algún personaje histórico que me inspire, saludo a César, le doy la mano al bueno de Winston, rehuyo la mirada torva del camarada Stalin que me observa desde la balda de arriba, y tras descartar “ Vida de Blas de Lezo”, “Nelson”, “el señor de los anillos”, “las aventuras de la mano negra” y hasta “A selection of Hexandrian plants, belonging to the natural orders Amaryllidae and Liliacae” (da fuck??!!). En ese momento perdida ya toda esperanza, desde un rincón alto y poco visitado de mi almacén de historias, un chiquillo rubio y de ojos azules me mira, entre curioso y tímido. Lleva extraños ropajes, y al comprobar que, extrañado, le devuelvo la mirada, sonríe, y me pide “S’il vous plait… dessine-moi un mouton”. Sigue leyendo